Miravet está situado en medio de un pequeño valle rodeado de un increíble paisajes. Al sur de la ribera sobre un meandro del rio Ebro, con su frondoso bosque de ribera, y las sierras de Cardó al fondo.
Aprovechando una peña, los árabes establecieron lo que hoy en día es el núcleo histórico o "Cap de la Vila", i sobre la cima, el imponente Castillo
Su casco antiguo, pequeño pero absolutamente encantador. Destaca a simple vista por su estampa panorámica, el tipismo de sus calles estrechas y porchadas, la última atarazana fluvial donde calafateaban los llaguts (s. XI), el molino de aceite y barníz alfarero, la sede de la aljama morisca y su arcada mudèjar, la iglesia «vieja» renacentista de la orden del Hospital y el mirador de la Sanaqueta así como las ruinas de las casas destruidas a causa de la Batalla del Ebro, la calle del Banco y la de las Ferreries.