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„ El silencio bajo la tapa del tiempo “

„ El silencio bajo la tapa del tiempo “
Atención: Esta totalmante prohibida la reproducción de las fotografías en otros medios electrónicos o impresos sin la autorización expresa del autor. Si te interesa la foto contacta con el autor: Miró von Laugaricio ©
Descripción

Esta imagen se presenta como un silencioso homenaje al otoño: un bodegón que une elementos simples de la vida rural con una nobleza compositiva que recuerda las pinturas maestras antiguas. En su centro se alza una lechera metálica de color crema, ligeramente desgastada, con un asa de madera. De ella brotan dos ramas secas con frutos rojos maduros —probablemente escaramujos o agracejos— que se extienden grácilmente hacia los lados como brazos frágiles en movimiento.

La imagen está impregnada de tonos cálidos y terrosos: marrones suaves, con acentos de rojo (los frutos) y beige (la lechera). El fondo tiene una textura patinada que evoca un pergamino antiguo o una pared dorado-ámbar de época vermeeriana. Los colores se sienten naturales, nostálgicos, y generan una atmósfera de calma.

La composición centrada de la lechera aporta estabilidad, mientras que las ramas y los elementos esparcidos en primer plano (nueces, bellotas, hojas, pequeños frutos) generan un movimiento horizontal. Este contraste establece un equilibrio entre los ejes vertical y horizontal. La escena está rica en detalles pero no saturada: es ordenada, sin perder naturalidad.

La luz es suave, proviene de la izquierda y modela los objetos con delicadeza. Resalta el volumen del recipiente, el brillo de los frutos, la textura de las hojas secas y las cáscaras de nuez. No hay sombras duras —la imagen respira la suavidad de una tarde otoñal.

Los detalles llaman la atención: la rugosidad de las cáscaras, la fragilidad de las hojas, la piel arrugada de los frutos. Todo parece tangible, como si el espectador pudiera extender la mano y tocarlo.

La imagen transmite una sensación de gratitud silenciosa, de pausa y contemplación del ciclo natural. Capta la presencia y la fugacidad: la lechera como símbolo del pasado y la vida práctica; los frutos como emblemas de abundancia; las hojas secas como recordatorio del paso del tiempo. Nada es artificial, todo está honestamente retratado en su quietud.

No es una imagen dramática, sino profunda —invita a detenerse, a reflexionar sobre la belleza en la sencillez. Es una oda al otoño, al recuerdo, al delicado equilibrio entre lo que fue y lo que permanece.


Ficha
Copyright Miró von Laugaricio [ miroart ] ©
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Categoria Naturaleza
Realizada el 02/06/2025
Subida el 02/06/2025
53 Visitas.
Localización
Continente: Europa País: Austria Región: Wien Sitio: Viena