En pleno agosto, cuando el termómetro amenaza con reventar, medio Madrid y parte de otras provincias se van a las playas de Alicante para poder contar que han veraneado.
Pero la verdad es que ha sido un infierno, que eran tantos que no cabían en la arena y tenían que salirse al agua o alejarse en parapente. ¡Benditas vacaciones!