Yo sé que hay crisis cuando los escaparates muertos de las tiendas cerradas se convierten en muro de lamentaciones con ofertas de pisos baratos, demandas y ofertas de trabajo, alquileres, reparaciones rápidas, cursos milagrosos para formarse y encontrar empleo...
Es el mundo de los sin futuro, de los sin presente, de los hijos de la crisis del sistema financiero, que cuelgan sus vergüenzas de las paredes superando el miedo al "qué dirán" de otras épocas más lustrosas.