Es conocida como “Púnica granatum” porque fueron los fenicios los que difundieron su cultivo. En cuanto a la palabra “granatum” viene del latín y quiere decir “con granos”. Curiosamente los romanos llamaban a este fruto “Malum púnicum” o “manzana púnica”.
La granada es en realidad una baya de corteza dura, que tiene dentro numerosas semillas de pulpa roja y jugosa. Cuando madura, se abre de forma espontánea y las deja caer.
Este fruto da nombre a la ciudad andaluza en recuerdo de la fortaleza romana que había en lo alto de la colina del Albaycin y que se conocía como “El castillo del granado”.