Os presento a Saipal, un hermoso mastín de cuatro años, 75 cm de alzada y 42 kilos de peso (de momento), que lleva siete meses en el albergue.
Su historia es terrible: se pasó varios años cuidando una finca pero tuvo la mala suerte de padecer una "Atrofia muscular eosinofílica", que le impide mover los músculos de la cara.
En vista de que ya no podía morder, los dueños lo abandonaron a su suerte. Cuando lo recogimos estaba ya muy delgado y sin fuerzas, y era incapaz de abrir la boca para masticar, así que lo alimentamos con una especie de papilla hecha con comida de perro humedecida. Gracias a ello está recuperando fuerza y kilos, aunque lo mantenemos lejos de otros perros porque no podría defenderse.
Cuando entras en su parcela te planta las patas en los hombros, porque este brutote es pura miel (ya estamos trabajando para quitarle esa costumbre, porque si no estás preparado te puede tirar al suelo).