El plátano, un árbol robusto, elegante y de sombra generosa, se está convirtiendo en uno de los ejemplares más habituales en los jardines, no sólo particulares, sino fundamentalmente en los públicos, siendo una de las piezas vegetales más frecuentes dentro del paisajismo urbano. Esta variedad, perteneciente a la familia de las Platanaceae, es en realidad el resultado de un híbrido entre los diversos tipos de plátanos orientales (procedentes de Asia Menor y Central) y occidentales (de la costa este de Estados Unidos).
Sobre todo en Europa Occidental, el híbrido está tan extendido que ha llegado a sustituir a las variedades de las que procede. La causa se encuentra, probablemente, en que se trata de un árbol muy decorativo, de crecimiento rápido y muy grande, capaz de ofrecer una sombra fresca y amplia a cualquier rincón, sea urbano o campestre.
DESCRIPCION: El plátano es un árbol caducifolio de hojas verdes. Éstas cuentan con cinco lóbulos, pero sus formas son bastante variables. Asimismo, las hojas brotan en mayo y tienen un tamaño importante (hasta 17 x 22 cm. aproximadamente), por eso, en otoño, los jardines de plátanos suelen llenarse de hojas amarillentas y secas. Lo que para muchos es un bonito tapiz otoñal, para otros supone una tediosa tarea: tener que quitar las hojas caducas con demasiada frecuencia.
Los plátanos pueden llegar a alcanzar los 35 metros de altura. Las ramas son intrincadas, el tronco recto y la corteza de color amarillento y verdoso, formada por placas finas que suelen desprenderse. La flor surge en el mes de abril: normalmente brotan de dos en dos sobre un pedúnculo. Por su parte, los frutos tienen forma esférica y maduran en verano.
Información obtenida en la página Web www.plantasyhogar.com