Cuando nos encontramos en un momento de “toma de decisiones”, algunas preguntas que nos hagamos podrían servir de guía para salir hacia la superficie: ¿qué siento en este momento?, ¿cómo afecta mi salud?, ¿genera ansiedad?, ¿qué cosas son importantes para mi?, ¿cuales son las opciones que tengo para elegir?, ¿cómo me sentiré si me equivoco?, ¿le doy más importancia a lo que debería hacer que a lo que quiero hacer?, ¿cuáles son mis cualidades reales?, ¿qué pasaría si mi elección no le gustara, por ejemplo, a mis hijos?, ¿soy consciente de las diferentes alternativas a mi alcance?, ¿debo darme prisa en la decisión a tomar o es mejor reflexionar un tiempo y luego decidir?, ¿siento malestar general?, ¿me desconcentro con facilidad?, ¿me está causando malestar esta situación transitoria que se alarga?, ¿estoy analizando la realidad objetivamente? A estas preguntas aparentemente fáciles hay que añadirles los sentimientos, las relaciones con otras personas (pareja, familia, amistades,...)
En cualquier caso esto es solo ALGO DE TEORIA...
Te esperamos en la superficie… ¡por supuesto!