¿No será el caos el orden natural de las cosas? Tal vez estemos intentando modificar lo que sólo deberíamos aceptar. Dejar la vida rodar al sabor de los vientos, al ritmo de los mares, al capricho del destino, parece una cosa de lunáticos, pero tal vez exista una sabiduría mayor en no luchar contra los hechos. Aceptarlos puede ser el primer paso para vivir en armonía, porque lo que afecta nuestras vidas, de hecho, no son los hechos, sino nuestra relación con ellos. La forma en que respondemos a los acontecimientos y la forma como construimos nuestra trayectoria a partir de un evento es lo que determina la calidad de nuestra vida.
TEXTO SACADO DE:
Dulce Magalhães; 9-Octubre-2003
www.mujeresdeempresa.com/management/management031004.shtml