A medida que envejecemos, hay una mayor tendencia a la deshidratación intracelular, factor que se une al hecho de que se incrementa la pérdida de sensibilidad hacia la sensación de sed. Según se madura, el organismo retiene menor cantidad de agua celular, (hasta un 10 a un 15% menos a la edad de 65 años). Una piel fresca, ojos y pelo brillante a cualquier edad son signos y muestras de una correcta ingesta de líquidos.
La típica frase de: "Estar bien para su edad" está muy relacionada con una dieta rica en frutas y verduras unida a una baja ingesta de comidas precocinadas, azúcar de mesa, sal... Todo ello unido a una realidad: ¡BEBER AGUA!.