Esta posada fue mencionada en "El Quijote". Es una vivienda típica del siglo XV, en la que sus habitantes vivían en dependencias que rodeaban a un patio común. A este tipo de construcciones se les denominó también Corrales. La actual posada fue declarada Monumento Artístico. En el interior se conservan casi intactos las cuadras, la galería alta con sus barandas, soportes y tejadillo de madera, pequeñas habitaciones y el patio, que se han mantenido intactos casi seiscientos años. Aunque ha perdido dos o tres habitaciones que fueron englobadas por casas adyacentes. En la actualidad es centro cultural y sala de exposiciones.
Está declarada como conjunto Monumento Arquitectónico-Artístico. En su origen fue de mayores dimensiones.