Entre el cielo y la tierra,
el mar y las montañas
mi amor ha de estar.
Buscaré la ternura,
de tus manos con suavidad.
Seguiré tu mirada,
como las aguas al mar,
estaré en tu compañía sin cesar.
Mis pasos no han descansado,
hasta poderte encontrar.
Y cuando te encontré,
mi alma pudo gozar,
por saberte mía,
y nadie nos separará.
Y así, juntos aprenderemos a caminar