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Juan Cuadra
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Viaje a Nicaragua
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today 10 de Diciembre del 2006 | 22:55:26 - Leído 1110 veces
Cuando me planteé un viaje a Centroamerica, Nicaragüa era una de mis últimas opciones, para alguién como yo, poco experimentado en viajar por mi cuenta, no parecía un lugar muy recomendable y ni tan siquiera había guias editadas en español. Menos mal que mi instinto supera la sensatez, pues de otra manera me hubiera perdido uno de los paises mas sorprendentes que he conocido.
Entré a Nicaragüa por la frontera de Costa Rica un poco harto ya de la "empalagosa" (y a mi modo de ver falsa) simpatia de los "ticos", y apenas recorridos unos pocos kilometros desde la frontera, Nicaragüa ya te muestra su tarjeta de visita, una impresionante vista del lago Cocibolca con los volcanes Concepción y Madera en mitad de él. Un par de horas mas tarde ya estaba en Granada, ciudad que no desmerece (salvando las distancias) a su homónima andaluza. Sus casas coloniales, iglesias, parques y gentes, me hicieron sentir que estaba en algún olvidado pueblo de Andalucia al que todavía no había llegado el "espanto" de las construcciones de ladrillo.
Decidí establecer mi primera "base de operaciones" en Granada y tuve la suerte de encontrar una bonita casa particular en la que por solo 10 dolares diarios, me daban habitación (con baño privado) y las tres comidas. Desde alli pude recorrer la ciudad, la parte que da al Lago (no podeis perderos las Isletas) y sus maravillosos alrededores: el Volcan Masaya que esta activo y puedes subir hasta el mismisimo crater, el volcan Mombacho, los Pueblos Blancos (Catarina, San Juan de Oriente, etc.) y las impresonantes lagunas volcanicas (formadas en antigüos crateres). Igualmente desde Rivas (a 80 Km. de Granada) cogí un ferry que me llevo a la Isla de Ometepe donde se encuentran los dos volcanes que cité al principio de la narración. Es dificil describir la exhuberancia de la vegetación y las playas que rodean la isla (sobre todo para un español no acostumbrado a esos lagos tan grandes) pero creo que no tienen nada que envidiar a ningin lugar del Caribe.
Tras varios días continue viaje a Managüa, una de las ciudades mas inhospitas y sinsentido que nunca haya conocido (no la recomiendo en absoluto) por lo que aún teniendo alojamiento en casa de unos amigos salí "disparado" hacía el norte.
Llegué a Matagalpa y otra sorpresa, el calor que había sufrido los días anteriores(aunque tampoco excesivo, si bién yo soy bastante friolero) se torno en una temperatura primaveral tranformandose el paisaje en montañas llenas de cafetales y con una vegetacion que recuerda cualquier zona alpina europea(a esto contribuye una zona llamada Selva Negra que fue colonizada por alemanes hace mas de un siglo y cuyas construcciones recuerdan a Baviera).
Mi traslado a León en un autobus cargado de sacos de cacao fue realmente pintoresco, pero a esas alturas de viaje Nicaragúa ya me había conquistado y era feliz en cualquier situación y aún me quedaba lo mejor, LEON.
¿Que se puede decir de León? Si a la belleza de sus iglesias, casas coloniales y plazas añadimos la alegria que dan los cientos de estudiantes que estudian en sus universidades enclavadas en el centro de la ciudad, la cercania del Oceano Pacifico (apenas 18 km) y el espiritu de Ruben Dario que parece impregnar todo, entendereis que resulte dificil de olvidar (a pesar del calor, que en esa zona pega duro).
Tenía ya pocos días antes de volver a Costa Rica donde cogía el avión a España, por lo que decidí acabar en una playa descansando (entre Costa Rica y Nicaragüa ya llevaba un mes de viaje y mi cuerpo ya no daba para mucho mas). Escogí una playa al sur de Nicaragüa casi pegando con Costa Rica, San Juan del Sur, iba con cierta prevención ya que me decían que era un lugar bastente turistico y no me apetecía demasiado, tras no haberme topado con apenas turismo en en resto de Nicaragüa. Falsos temores, San Juan resulto ser un delicioso y minúsculo pueblecito del Pacifico rodeado de pequeñas y desiertas playas. Ademas tuve la suerte de conocer a unos catalanes que tenían un restaurante alli y me posibilitaron la posibilidad de dar un paseo en catamaran realmente inolvidable.
Así terminó mi viaje por Nicaragüa adonde espero volver en breve para poder conocer muchisimos lugares a los que no pude ir (el rio San Juan, la zona del Atlantico, las Regiones Autonomas con la mayor selva de Centroamerica y muchas mas cosas), antes de que los grandes mayoristas turisticos lo estropeen como ha pasado con Costa Rica.