Señal clavada
Entonces yo te veía
cruzando por la estación,
llevando la bicicleta
el delantal, las carpetas.
Era hora del regreso,
del tren que pronto vendría
para romper el silencio
de la siesta pueblerina.
Eran tiempos en que el tiempo
solo era una palabra
y correr por el andén
era todo una aventura.
Más con el paso del tiempo
la señal quedó clavada,
se detuvo la ilusión
y los sueños del pasado.
Jorge Zanguitu Fernández