...Fuiste a su encuentro.
Vamos le dijiste- a las vías del tren.
¿Para qué?
Se cayó mi anillo al cruzar las vías ayer cuando fui al río.
Verdad y mentira salían juntas de tus labios.
Fueron, él a caballo y tú caminando, sin hablarse. Cuando llegaron a las vías del tren, él dejó su caballo atado a un poste y tú te arrodillaste sobre las piedras.
¿Dónde perdió el anillo?te preguntó, arrodillándose a tu lado.
Aquídijiste, apuntando el centro de los rieles.
Bajaron las señales. Va a pasar el tren. Salgamos de aquí exclamó con desdén...
Silvina Ocampo