La vida es maravillosa, cuando tenemos en cuenta que no somos los unicos que contamos con este magico Don.
Cada ser tiene derecho de vivir sin que nosotros los humanos los perjudiquemos.
La fotografia, simbolo majestuoso de las bellas pinceladas divinas...
today 16 de Junio del 2009 | 03:22:47 - Leído
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Bogotá, una metrópoli de contrastes, una ciudad de colores cálidos o parcos y fríos. Una ciudad denominada coloquialmente como “ciudad de muchos, pero cuidada por pocos”, ya sea por la diversidad de su población o por supuestas faltas de organización y de normas de urbanidad. En ella se encuentra gente de todos los lugares del país y hasta del mundo , gente que ve en Bogotá, un lugar lucrativo, o tal vez diverso en cultura, en oportunidades de crecer como persona, un lugar adecuado para sostener una familia, o sencillamente por ser la capital, un lugar seguro de alguna manera. La gente que vive en ella, a veces la tilda como un lugar oscuro, lúgubre y foco de una violencia, no solo armada sino de actitud, donde las personas en su vivir diario, no pueden demostrar ningún tipo de afecto porque no hay tiempo para nada de esto, el espacio y el tiempo van sin frenar y rápidamente… Esos personajes costumbristas, que hacían una pausa en su andar para saludar y preguntar por la familia, ya solo se ven en poblaciones pequeñas, bucólicas y de alguna manera olvidadas en el tiempo. Gonzalo Jiménez de Quesada, cuando llego a este altiplano pantanoso, le pareció tan hermoso como algunos de los parajes de su natal España, tanto que lo denomino el Valle de Los Alcázares, fundando el 6 de agosto de 1538, lo que sería siglos más adelante la llamada Atenas de América, por su nivel socio-cultural e intelectual.Lugar de revoluciones, de caudillos, de ideólogos, de famosos escritores, centro religioso, un lugar que históricamente dentro la violencia coloca su propio nombre para recordarnos que nos entregamos a nuestras más profundas pasiones, pasiones que quedaron grabadas en el llamado Bogotazo, el 9 de abril de 1948, con asesinato del líder político Jorge Eliecer Gaitán. De alguna manera esta ciudad ha prevalecido, siempre en el equilibrio, siempre en un punto medio, como su nombre completo lo dice, en ella encontramos solo la Santa Fe. Fe que guía día a día, a convivir entre paisas, boyacenses, santandereanos, costeños, llaneros, vallunos, pastusos, o del Tolima grande, a aprovechar este encuentro cultural, para aprender más de este polifacético país. Como si fuera magnética, a Bogotá llegan extranjeros que se amañan por lo variado del menú que ofrece la ciudad, museos (museo Nacional, del Oro, de Bogotá, Colonial, del Mar, Donación Botero, Casa de la Moneda, entre otros), bibliotecas (Luis Ángel Arango, Virgilio Barco, Nacional, Tunal, Tintal), universidades (Nacional, Pedagógica, Distrital, Javeriana, Andes, Sabana, y otras más), zonas de baile (zona rosa, punto G, punto C, Plaza de las Américas, Restrepo, parque de la 93 y otros), centros recreativos(Salitre Mágico, Cici Aquapark, Mundo Aventura, ciclovías), lugares de relajación (Parque Simón Bolívar, Parque Nacional Olaya Herrera, Trece Humedales distritales, Parque entre nubes, Mirador de los Nevados, y muchos más), restaurantes de distintas categorías, de platos a la carta hasta el más corrientazo… Teatros, cinemas, y sitios múltiples para cualquier cantidad de espectáculos (La Media Torta, El teatro municipal Jorge Eliecer Gaitán, el teatro Colon, el teatro Nacional de la 71), y muchos sitios que dan espacio a tener plan a diario y a toda hora, ya sean sus modernos centros comerciales, o su parte natural, porque no es solo nombrar parques, sino también contar que no toda Bogotá es citadina, que además cuenta con el páramo más grande del mundo y que es un reservorio hídrico y biológico, abierto para ser conocido por todos de manera responsable, Sumapaz, sitio rural de la capital . Desde que habitaron los indígenas Muiscas, primeros pobladores de este paradisiaco sitio, pasando por conquistadores, mestizos, criollos, y los rolos más puros, hasta los personajes más diversos de hoy, ya sean porque llegaron en busca del rebusque o sencillamente esta violencia ya inexplicable los exilio a esta ciudad, pero no importando el origen, es una urbe que trata de alguna manera acomodar a todos, brindando diferentes espacios para desarrollar actividades que dejen algo para sobrevivir… pero dentro de los distintos problemas sociales que en ella se presentan, en sus habitantes siempre estará la solución. No es solo estar a 2.600 metros más cerca de las estrellas, ni mucho menos pensar que su traje típico es un vestido de paño gris, adornado con un paraguas, tampoco que su clima es frio y lluvioso, o que vive estancada en trancones y aprovechada por raponeros, ni siquiera frases tan típicas como “ala mi chino como te va?”, o tal vez de comer un ajiaco santafereño… no, Bogotá no es solo una capital estática, es una dinamizadora regional, que da energía vital al desarrollo de una nación, que genera un concepto internacional de variedad, tanto social, como económico, que es un centro ideal para equilibrar negocios y diversión; que sus cerca de 9 millones de habitantes, son gente honesta en busca de una vida mejor, una vida que no es solo un confuso sueño americano, es solo un convivir en constante equilibrio. Andrés Molano Vargas