De la Alhambra ya está todo dicho. El día que hicimos la foto estubo lluvioso y frío, pero nuestro paseo hasta el mirador de San Nicolás se vio recompensado por una noche clara y heladora, amenizada por las guitarras flamencas de un bar cercano. A pesar del frío las vistas eran impresionantes y nos dio pena tener que irnos de allí.