El Khazneh (el Tesoro). Su impresionante fachada helenística, bellamente esculpida, es lo primero que se ve cuando se llega desde el siq. Aunque se talló en la piedra arenisca repleta de hierro como sepulcro para el rey nabateo Aretas III, el Tesoro debe su nombre a la historia que cuenta que un faraón egipcio escondió su tesoro en este lugar mientras perseguía a los israelitas.