El Palacio de Peterhof (antiguamente Petrodvorets) se encuentra en la orilla del Golfo de Finlandia, a 30km de San Petersburgo.
El el conjunto, declarado Patrimonio de la Humanidad, está formado por el Palacio Grande, de estilo barroco, y parques y fuentes que utilizan agua que proviene de manantiales naturales.
Hasta la Revolución de Octubre Peterhof fue residencia de los zares pero en 1918 se transformó en museo. Antes de la llegada de las tropas alemanas en la Segunda Guerra Mundial, se pudieron evacuar más de 8.000 objetos de decoración de los palacios y cerca de 50 estatuas. Las tropas alemanas destruyeron casi todo lo que quedó. Después de la Segunda Guerra Mundial se empezó a restaurar el palacio y aún hoy continúan las obras.