Sus dos mil años de historia quedaron sumergidos por las aguas del Cenajo. El Puente del Diablo fue el único paso del río Segura en varias leguas durante siglos. Formaba parte de una vía romana secundaria que conectaba Socovos con los Puentes de Isso. El nivel de agua embalsada (actualmente por debajo del 5%) ha dejado al descubierto esta maravilla de la ingeniería civil. Cuando lleguen las lluvias desaparecerá bajo las mismas aguas que hace casi medio siglo anegaron las fértiles tierras de la Alcantarilla de Jover.