¿Vas a fotografiar a los invitados de una fiesta? Realiza al menos tres fotos
de la misma persona o grupo. Es frecuente que las personas se asusten
cuando se les apunta con una cámara. Se vuelven inseguros o incluso
tímidos y se comportan de forma diferente a la habitual. Casi todos dejan
de ser como son realmente. 

Haz varias fotografías y habla con ellos 

Si realizas varias fotografías, las personas se van acostumbrando y comienzan
a comportarse de forma más espontánea. En especial, si no dejas de hablar con
ellos. Su atención se centra en ti, y no en la cámara. Hay también una razón
práctica para esto. Cuantas más personas haya en una fotografía, mayor será la
posibilidad de que alguien cierre los ojos o salga menos favorecido en la foto.
En resumen: cuantas más fotografías tomes, mayor será la posibilidad de
conseguir una instantánea estupenda.

Realizar fotografías durante conciertos

Un concierto inolvidable de tu grupo favorito. El auditorio o estadio
está abarrotado y la atmósfera es impresionante. Probablemente
no habrá casi luz, por lo que te verás tentado a utilizar el flash.
Esto no tiene sentido, ya que el cantante o grupo está bastante
alejado. Lo que el flash destacará en nítido detalle serán las nucas
de las personas que tienes delante. Y con toda probabilidad no es
esto lo que has ido a ver.

Céntrate en los detalles

Además de realizar disparos en serie, intenta prestar atención a los detalles en
lugar de a la totalidad de la escena. Un anillo que se desliza en un dedo es mucho
más impresionante que dos personas que hacen “algo” con las manos del otro.
Un bolígrafo que se desliza sobre una hoja de papel dice mucho más que alguien
estampando su firma. Un cuchillo introduciéndose en la tarta es más artístico que
la obligada fotografía de la pareja cortándola. Sé creativo y acércate a los detalles
simbólicos de una situación o acto. Y también echa un vistazo a la decoración del
lugar. Fotografía las serpentinas, una bandeja de copas de champán o una mesa
vestida de gala justo antes de que comience la cena. Una vez más, se aplica el
mismo principio: una servilleta doblada artísticamente puede decir más que veinte
platos dispuestos en fila.

Fotografías de grupos

Al fotografiar un grupo de personas has de observar un par de
cosas. En primer lugar, debes ver a todos. Así pues asegúrate de
que haya una distancia suficiente, pero sin olvidar que han de
poder reconocerse todas las personas. Después de todo, una
fotografía de grupo no tiene sentido si no se puede ver quién
es quién. ¿Es el grupo demasiado grande? Toma la fotografía
desde arriba. Por ejemplo, desde un balcón. Debes también
evitar que las personas adopten una pose lánguida mientras
esperan a que se haga la fotografía. No dejes de hablar con la
audiencia y explica lo que estás haciendo. Aún mejor: pídeles
que hablen unos con otros. Sólo cuando hagas una señal, todos
ellos mirarán a la cámara a la vez. Repite esta operación varias
veces. De esta forma, disiparás la tensión y crearás una situación
lo más natural posible.