1. Fotografías macro: La razón de usar el enfoque manual en lugar del automático es por el nivel de precisión que requiere este tipo de fotografías. La escasísima profundidad de campo hace que enfocar donde no toca arruine la fotografía. Añade como consejo usar un trípode, que más que un consejo o truco, a mi me parece una necesidad.

2. Fotografías con escasa iluminación: Otro caso en el que más que un truco es una obligación. Por dos motivos. El primero es que tu cámara no enfocará correctamente muchas veces, lo que aumenta la probabilidad de que fallemos al hacer la fotografía. Y el segundo es que aunque lo haga, le costará lo suyo, con lo que aumenta la probabilidad de que hayas perdido unos segundos muy valiosos para poder hacer la foto que deseabas.

3. Fotografía de acción: Usar el enfoque automático es arriesgarse a fallar con la foto. El enfoque manual te dará mayor precisión y menos margen de error, sobretodo si calculas en que lugar estará el motivo cuando tomes la instantánea y puedes enfocar previamente allí. Realizar este tipo de fotografía es complejo y seguramente necesites ensayar, aunque pienso que es más una cuestión de comodidad y calidad de la cámara. No suelo hacer fotografías de acción, pero con mi Canon 300D las hago en enfoque automático y suele darme buenos resultados.

4. Retratos: Se trata, generalmente, de enfocar a los ojos. Personalmente no creo que sea una necesidad a menos que la situación lo requiera, como escasa iluminación (punto 2) o fotografía de acción (punto 3).

5. A través del cristal: Si quieres hacer fotos a través del cristal del autobús, el coche o el avión, el enfoque manual te ayudará a no perder alguna fotografía espectacular.

Israel Belchi