El acompañamiento de tambores y guanchas y las coplas entre solista y coro surgen de las raíces africanas, mientras la vestimenta adoptada por las mujeres se asemeja al traje de las mujeres aymaras. El canto es ejecutado en castellano. Antiguamente las dos filas de bailarines eran guiadas por los mayores del pueblo. El Capitán de baile hacía orden y lugar para los bailarines con el chicote, los dos Caporales con los pequeños cascabeles ajustados a las pantorrillas marcaban el ritmo siguiendo al tambor mayor.
Las características de la Saya son bien definidas. Los hombres entonan, con sus potentes voces, coplas que las mujeres repiten con bellos matices de sus voces de sopranos.
Los movimientos del baile son muy cadenciosos y sensuales. Las mujeres con el porte muy erguido llevan el compas con las caderas avanzando la coreografia con pasos cortos que marcan el compas del ritmo de los bombos y regue-regues que los hombres ejecutan contorsionandose con mucha plasticidad.
La saya representa una mezcla de sentimientos, los cuales pueden ser alegria y tristeza, entre otros.
(Wikipedia)