Como si se tratase de cosas, los animales de producción de la industrial son cargados en camiones a través de muelles de embarque como este, que encontré en la sierra de Madrid.
Me temo que a nadie se le ocurre pensar que esas vacas, ovejas, cabras, cerdos o caballos son seres vivos que piensan, que sienten, que sufren, que temen.
Yo no digo que nos volvamos todos vegetarianos (que tontería), pero pido respeto para ellos a la hora de criarlos, de alimentarlos, de tratarlos, de transportarlos y, por supuesto, de sacrificarlos.