El joyero Peter Carl Fabergé fabricó en 1885 un huevo de pascua por encargo del Zar Alejandro III para su esposa la emperatriz María Fiodorevna con motivo de la fiesta de Pascua.
Desde entonces, durante once años, Fabergé siguió fabricando para el Zar un huevo por año, que siempre era una creación exclusiva.
De los 69 huevos que hizo la Casa Fabergé para los zares, la aristocracia y la élite industrial y financiera, se conservan 61.
Este que fotografié en Venecia se llama "Coronación" y es una auténtico lujo carísimo y bastante kitsch.