Letra M
La letra M procede de un antiguo jeroglífico egipcio que consistía en una línea ondulada semejante a la que suelen dibujar los niños cuando representan una ola del mar.
Cuando los fenicios crearon su sistema de escritura, tomaron ese signo y lo llamaron men, palabra que significa "agua".
En el alfabeto griego había dos M: una, característica de las islas orientales, era exactamente igual a la fenicia. A ésta se la encuentra después en el alfabeto etrusco y, más tarde, en el latino hasta el siglo III de nuestra era. La otra, que se utilizó en Grecia occidental, era muy semejante a nuestra M actual. En Roma, en tiempos del emperador Augusto, a esta segunda M se le dio la forma definitiva, que es la que usamos hoy.