La antigua Plaza Mayor de la Caracas colonial, convertida posteriormente en Plaza Bolivar en la presidencia de Guzmán Blanco, el mismo que se encargó de hacer grandes obras en la ciudad y trajo los restos del Libertador desde Colombia, adecuando para su descanso eterno las instalaciones de una Iglesia y convirtiéndola en lo que hoy conocémos como Panteón Nacional