La apreciación objetiva de la belleza nos dice que las mujeres africanas tienen una hermosura profunda, magnética. Quizá sea el color cálido de su piel, quizá sus enormes ojos, su mirada expresiva, la carnosidad de sus labios, la rotundidad de sus formas. Lo cierto es que poseen una elegancia natural realmente atractiva.
Las he fotografiado de espaldas para ponerle alar a vuestra imaginación.