La imagen captura un detalle arquitectónico de un edificio con dos ventanas de arco y un imponente cactus que domina el lado derecho de la composición. El sol proyecta sombras dramáticas que resaltan la textura del enlucido y la forma característica de la planta. La luz incide en un ángulo pronunciado, lo que sugiere las primeras horas de la mañana o la última luz de la tarde. La pátina en la fachada y los colores ligeramente desvaídos aportan un carácter nostálgico a la escena.
La imagen es visualmente poderosa gracias al contraste entre la naturaleza y la arquitectura, el juego de luz y sombra y la composición cuidadosamente equilibrada. La atmósfera es nostálgica, poética y al mismo tiempo dinámica. Los colores intensos y las texturas generan una sensación de calidez y tranquilidad, mientras que los efectos de luz confieren a la imagen un matiz casi surrealista.