Conocida también con el nombre de su advocación, Catedral de Nuestra Señora de la Soledad, y sede episcopal de la arquidiócesis de Acapulco desde 1958, combina arquitectónicamente estilos que se amalgamaron durante y después de la construcción, ya que se pueden admirar detalles tanto de la arquitectura neocolonial, como del estilo morisco y bizantino, este último en la cúpula y las torres. El interior de la iglesia se encuentra decorado con azulejos y mosaicos dorados.
El edificio que actualmente ocupa la Catedral siempre ha estado destinado al culto público, desde la creación de la Parroquia en 1555.