Las coníferas (Pinophyta) son árboles o arbustos caracterizados por portar estructuras reproductivas llamadas conos. Las coníferas fueron clasificadas en un tiempo en el orden Coniferales dentro de la clase gimnospermas (Gymnospermae). En las clasificaciones como la de Cronquist, el orden ha ascendido a la categoría de división. Las reglas de la nomenclatura taxonómica requieren que los taxa lleven el nombre del género tipo (en este caso Pinus), por eso el nombre fue cambiado de Coniferophyta a Pinophyta, aunque el término «conífera» sigue siendo un nombre extensamente usado para las plantas de esta división. Como los cambios de nombres ya establecidos han demostrado crear confusión innecesaria, hoy en día se prefiere mantener los nombres antiguos de los taxones, en nombre de la conservación, por lo que los sistemas modernos aceptan llamarlos "coníferas". En el lenguaje informal se prefiere llamarlas coníferas para evitar la confusión con las pináceas, que son sólo una familia de las coníferas.
La mayoría de las coníferas son árboles de porte monopódico, a menudo con una copa cónica, lo que produce interpretaciones erróneas acerca de su nombre; pero también hay arbustos y matas rastreras entre ellas, especialmente en la familia Cupresáceas. Las coníferas son las especies forestales dominantes en los climas fríos de las latitudes altas y de las altas montañas de latitudes medias e incluso tropicales. La gran mayoría de las coníferas son de hoja perenne, aunque existen algunas, como los alerces verdaderos (género Larix), con hoja caduca.
Entre las coníferas se encuentran los árboles más altos y también los más longevos de las espermatofitas.