"No nos manteniamos en pie, nos llevaba de un lado a otro."
A Carlos Ramirez Andia, de 59 años, el terremoto le agarro en su casa, en la Avenida San Martin 1438 de Pisco Playa. El y su esposa no pudieron salir hasta que todo termino. La casa sigue en pie, pero tan tremendamente dañada que es irrecuperable. La de su vecina se desmorono cuando todo empezo a moverse, la oyeron gritar durante un rato, luego vino un fuerte remezon y ya no la oyeron mas. Cuando la encontraron estaba muerta.