Los esclavos africanos trasladados a Cuba entre los siglos XVI y XIX llevaron con ellos su sistema de creencias animistas, que disfrazaron detrás de las imágenes de los santos católicos con las que encontraron semejanzas.
La religión afrocubana mas importante es la conocida como santeria o Regla de Ocha, una amalgama de creencias catolicas y africanas; estas ultimas proceden fundamentalmente de la cultura yoruba. En la santeria, los santos católicos estan asociados con las deidades negras u orichas. Sin embargo, a diferencia de estos, las deidades no representan la perfeccion y tienen muchas flaquezas humanas, desconocen los conceptos del pecado original y el juicio final, y hacen venerar a los espiritus de los antepasados.
Entre los orichas mas importantes esta en androgino creador, el dios Obatala, el que siempre esta vestido de blanco y es asociado con Cristo o Nuestra Señora de la Merced. La esposa de Obatala, Odudua, dios terrenal, esta relacionada con la Virgen. El hijo de Obatala, Elegua (San Antonio), es el dios de los caminos. Yemeya, la diosa del mar y madre de todos los santos, se identifica con el color azul y se reconoce en la figura de la Virgen de Regla. Chango, el dios yoruba del fuego y de la guerra, vive en lo alto de las palmas reales y controla el relámpago; su color es el rojo y esta asociado con santa Barbara. Su hijo, Aggayu Sola, dios de la tierra y protector de los viajeros, tiene semejanzas con san Cristóbal. Ochun, esposa de chango y compañera de Yemaya, es la diosa del amor y de los rios y se simboliza con el color amarillo. Como se podia esperar, es luna poderosa oricha y esta representada en la patrona de cuba, la Virgen de la Caridad del Cobre. Ogun esta referenciado con Juan el Bautista; Babalu Aye (san Lazaro) es el oricha de las enfermedades.
Los ritos de santeria estan controlados por sacerdotes masculinos llamados babalaos, que son consultados para pedirles consejos, curar enfermedades o garantizar protección. Las ofrendas consisten en comidas, frutas, tabaco, ron y hierbas que se colocan ante un pequeño altar en la casa del babalao; durante los rituales se sacrifican pollos, palomas y chivos. Aunque las figuras de los santos católicos que se adoran en los altares representan a los orichas, el verdadero poder de estos reside en los collares de cuentas de colores; se cree que las piedras guardan el espiritu de las deidades.