Cada español consume una media de 240 bolsas de plástico al año, que tardan en degradarse entre 80 y 90 años, sin contar con que, si están decoradas, van cargadas de residuos metálicos tóxicos.
Pero las bolsas sólo son una parte del problema porque el plástico se ha adueñado de nuestra vida diaria bajo las formas más diversas, de tal manera que anualmente generamos, sólo en España, cinco millones de toneladas de residuos plásticos, de los que únicamente se reciclan 700 000 toneladas, convirtiéndose el resto en basura incontrolada.
Cuando llega el plástico al mar es especialmente letal, matando cada año –por ingestión o por atrapamiento- a cerca de 100.000 ballenas, focas, tortugas y otros animales marinos. Las tortugas marinas, por ejemplo, confunden los plásticos con medusas y muchas mueren ahogadas al atascárseles el plástico en la garganta.
¿Por qué no se recicla el plástico?...Porque no es rentable, así de claro.
Hay que luchar por la implantación de los bioplásticos, obtenidos de recursos renovables y biodegradables como los azúcares, el almidón, la celulosa, la patata, los cereales, las melazas….
¡Esto es dramático!