Es, para mi, una foto difícil en el sentido de lo que quiero decir con ella. En el centro de la foto se ve una pequeña ermita, pintada de blanco y rodeada de palmeras. Casi no se la ve, el mar, las rocas de lava, el pequeño acantilado y arriba la ermita. Detrás todo un mundo que está allí artificialmente, todo un gran mundo que flota en una quimera, al servicio de personas de todas las partes del mundo y que un volcán a miles de kilómetros ha hecho que todos sintiéramos que estábamos en el aire y que todo sobraba, lo único que ocupaba con propiedad su sitio, era la pequeña ermita. Un abrazo