Señales y caminos
Misteriosos son los rumbos de la vida,
sus sendas cual autopistas nuevas,
cuyos finales de rutas a veces desconocidas,
envuelven, enredan y se presentan,
dudo dudas de a donde llegarán.
Repentinos caminos nacen,
viejos caminos sucumben,
se desmoronan de repente,
también personas van y vienen,
te dejan atrás o se detienen.
¿Como reconocer los caminos?
Por las señales que muestran.
Un día estaba seguro
del cartel gigante que veía,
pero lo ignoré como un tonto.
Decía lo que no quería.
¿El amor es ciego, te vuelve bobo?
El problema es el no pensar,
uno aprende, a veces... pero...
¡Ya se ha tomado una ruta¡
Observando las huellas
los carteles y las gentes,
en la vida las querellas;
mejor no apresurarse,
antes, pensar.
Javier R. Cinacchi