Como todos los años, ha empezado la temporada de partos gatunos y me he tenido que traer para casa a esta camadita que estaba atrapada en el motor de un coche. Los he criado a biberón (en realidad a jeringuilla) y desde el jueves ya han empezado a comer solos, lo que se agradece cuando lleva uno quince días de matrona cada tres horas.
¿No os parecen preciosos?